lunes, 7 de abril de 2008

Mujer destacada de Ringuelet


Liliana Amarilla apoya la inclusión de todos



Liliana Amarilla vive en una humilde casa en la calle 517. Lo que vendría a ser el comedor, está repleto de máquinas de coser, algunas industriales. Durante la semana, estás trabajan sin parar, ya sea confeccionando sábanas para hospitales o prendas que luego serán vendidas en alguna feria.
La entrevistamos con motivo de la distinción que se le entregó por Ringuelet en el Pasaje Dardo Rocha, en un acto organizado por el Consejo Municipal de la Mujer. Ella es la presidente del "Taller manos especiales trabajando" y fue propuesta por el administrador comunal de la localidad.
"Empezamos en el año 2000 en mi casa, con la idea de encontrar un espacio más amplio, pero por el momento seguimos en el lugar que nos vio nacer. En total están vinculados unas 35 familias. Esta compuesto por gente discapacitada o con problemas motrices y la idea es poder trabajar para conseguir el sustento familiar", comenzó diciendo Liliana, mientras hojeaba la edición de marzo de revista Tiempo.
Básicamente trabajan en costura, pero también hay otros emprendimientos como telar, bijouterie y para los varones la construcción de bloques premoldeados. "No solo forman el grupo de trabajo gente discapacitada sino también personas con HIV, que también tienen problemas para conseguir trabajo. Las ferias de Parque Saavedra o la de 19 y 38 son lugares en donde se pueden ver puestos de venta de todo lo que se produce en la institución que preside Liliana Amarilla.
"Uno de los primeros trabajos que encaramos fue la fabricación de ajuares para el hospital de Niños y el año pasado fabricamos guardapolvos para el Gobierno de la Provincia y eso permitió tener ingresos. Además aquí funciona el comedor, en donde las mamás que trabajan todo el día, comemos todas juntas. Además ayudamos con alimentos a familias carenciadas y también con útiles escolares", señaló la vecina de Ringuelet.
El cóctel pobreza-discapacidad lleva a una mayor marginación y eso es lo que se trata de paliar desde esta institución. "Hemos presentado un pedido para que se cumpla el cupo de discapacitados en las empresas privadas. También pedimos que haya un cupo para discapacitados dentro del Plan Federal de Viviendas. Empezamos con algo chiquito y por una necesidad personal, ya que debía empezar a trabajar y por una secuela de poliomielitis, me tengo que manejar con un bastón. Eso hizo que fuera difícil conseguir trabajo. Un día, por esa necesidad de trabajar, comenzamos a golpear puertas, hasta que dimos con buenas personas que nos ayudaron para dar el puntapié inicial".
"La verdad que la distinción me sorprendió, pero quiero decir que esta tiene alcance a todas las chicas que trabajan en el taller. Yo tengo la suerte de ser la presidente del grupo, pero todas trabajan por igual, se esfuerzan y son tan merecedoras del premio como yo".


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