Un club que crece

El Club Infantil y Juvenil

San Martín nos muestra su concreta reactivación

Nos hemos acostumbrado a lo largo de los años a justificarnos en todo y meter en la misma bolsa a todo lo que se asemeje, como para tratar de equiparar males y atenuar la realidad. Los clubes de barrio, es un ejemplo claro de esta masificación de conceptos, que nos lleva a englobar frases que disimulen el momento que atraviesan algunas instituciones, que viajan rumbo al olvido, porque les ha tocado en suerte estar representada por gente sin la fuerza o vocación necesaria como para torcer el rumbo.

En la ciudad, hay instituciones que trabajan, que cumplen un importante rol social, y que sus instalaciones se ven repletas de gente de todas las edades, que han encontrado en el barrio, un lugar que satisfaga sus intereses.

Tal es el caso del Club Infantil y Juvenil San Martín, ubicado en la avenida 7 entre 523 y 524, que ofrece a la comunidad una nutrida gama de actividades y ha obtenido una respuesta favorable de esta, al punto que la mayoría de las actividades se desarrollan a sala llena.

Para conocer un poco de todo lo que se desarrolla en la entidad tolosana, nos conectamos con sus autoridades, Carlos Belgrano (presidente) y Leandro Miliani (vicepresidente), quines nos dijeron que “el club tiene las puertas abiertas a la comunidad y desde nuestra llegada nos hemos preocupado de contar entre las actividades que se ofrecen, un abanico de posibilidades, como para que todos puedan encontrar una disciplina acorde a sus intereses”.

Así hoy, el profesor de teatro, que está hace más de un año y medio en la institución, cuenta con más de 70 alumnos, entre niños, jóvenes y adultos. “Y es impresionante ver como los más chicos se enganchan y son los primeros es proponer ideas para representar obras, algunas de autoría propia”, nos dijo Leandro Miliani.

La gente de destreza está de parabienes, ya que recientemente la institución le adquirió diversos elementos para que desarrollen las actividades, algunos de los cuales son únicos en La Plata. Aquí unas 40 niñas pueblan el gimnasio las horas de clases. También se dictan clases de patín, con unos 50 alumnos; danzas árabes con 10 chicas y un nutrido grupo de mayores y taek won do. “La idea nuestra es contar para el año que viene con deportes más competitivos, que es lo que nos falta. Apuntamos al voley y al mini básquet, para poder atraer a chicos que les gusta jugar con la pelota”, dijo Carlos Belgrano.

Pero la entidad también tiene su lugar para la gente mayor. Las clases de telar, tejido, yoga, gimnasia aeróbica e italiano, también tiene un importante número de adherentes, a lo que hay que sumarle el Grupo de la Tercera Edad “Entre amigos de Tolosa y Ringuelet”, que funciona en la institución. También hay que contar al coro de la institución, con un importante número de voces. Estos el 11 de setiembre se presentarán en el club en una exhibición junto a otros tres coros invitados.

“Todo esto, además de darle vida a la institución y un dolor de cabeza a nosotros, porque tenemos que organizar bien los cronogramas, para que no haya superposiciones horarias, le deja al club una muy buena entrada y mes a mes, saldados los gastos habituales, queda un importante superávit. A esto, hay que sumarle, que además organizamos fiestas, con la intención de reunirnos entre vecinos, cuyo producido ayuda a consolidar nuestras arcas. Hoy, no podemos decir que nadamos en la abundancia, pero si que la institución tiene una economía equilibrada y sin sobresaltos”, comentó Carlos Belgrano.

En otro orden, Leandro Miliani dijo que “es importante que el club reciba mucha cantidad de gente, porque con el tiempo alguno de los que hoy llegan como alumno, muestre su vocación de dirigente. La permanencia de las instituciones se apoya en la renovación de sus dirigentes”.