miércoles, 31 de julio de 2013
Un interrogante difícil de responder desde la lógica
Las mejoras en la iluminación forman parte del programa a seguir como un camino natural a lograr una mayor y mejor seguridad, máxime, en las zonas o calles en donde la concentración o paso de personas es mayor y frecuente.
En Tolosa se han realizado obras de mejoras en el alumbrado y se siguen haciendo con buen ritmo. Una de las arterias beneficiadas con esos planes es la 526. En una primera etapa se colocaron luminarias bajas en las columnas de alumbrado en el tramo que va de 3 a 7, que se complementaron con las farolas en la rambla existentes. Más adelante, el mismo tipo de iluminación alcanzó al tramo comprendido entre 8 y 13 (citamos esta zona para referenciar el tema puntual al que nos referimos) y verdaderamente la visibilidad nocturna es óptima, incluso los días en los cuales la neblina, dificulta la visibilidad.
Al llegar a este punto, el lector seguramente ya se dio cuenta que falta una cuadra. Dijimos de 3 a 7 y de 8 a 13. Y no nos equivocamos. La cuadra de 526 comprendida entre 7 y 8 se destaca por su negrura, contrastando drásticamente con la iluminación que reina a una cuadra de distancia, cualquiera sea el lado que se elija.
Esto por si solo es un problema, pero si adicionamos a este relato, la mención que justo es la cuadra de la Escuela Técnica Nº 8 “Juan Bautista Alberdi”, el dato preocupante no deja de ser menor. Hoy, en este período invernal cuando el sol tiene pereza en salir, el ingreso al turno mañana se hace en plena oscuridad. Cientos de chicos se amontonan en el acceso a la escuela, esperando el timbre de ingreso, en la penumbra, porque para colmo de males, de las cuatro columnas de alumbrado de la cuadra, solo funcionan dos.
Sin dudas un punto a revisar, primero para proceder al recambio de las lámparas que dejaron de funcionar y luego para revisar los proyectos de alumbrado y descubrir los motivos por los que este tramo tan importante de la 526 quedó marginado de las mejoras.
Un semáforo urgente
Las horas pico en el tránsito platense convierte a algunos cruces en demasiado peligrosos, sobre todo si se tiene en cuenta que en determinadas arterias se cruzan varios sentidos de circulación. Cuando la Antártida Argentina se satura de autos, muchos conductores optan por ingresar a la ciudad por el Camino Belgrano. Esto hace que en el cruce con la 526 se forme un nudo importante, máxime porque por allí circulan distintos ramales de una línea de colectivos, con giros a la izquierda incluidos.
Sin lugar a dudas, en este lugar se necesita un semáforo que ponga orden y que deje de lado la ley del más fuerte, que impera hasta el momento.
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