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Aquel lunes nublado del primer día de julio del `74 las noticias llegaban lentas, pero llegaban, y pasadas a las 10 de la mañana se informaba que el estado de salud del histórico líder atravesaba momentos muy difíciles cuando un paro cardiorespiratorio hacía suponer un desenlace inevitable.
Pero fue a las 13.15 de ese día cuando se produjo la noticia. Había fallecido Perón y otra historia comenzaría a escribirse.
La figura del militar innegablemente había significado el político más amado en la joven historia de nuestro país. Desde su primera elección en 1945, su exilio diez años después, y su tercer presidencia llegada la década del 70´, Perón generó su propia historia, como todas, repleta de contradicciones, aciertos y errores.
El 12 de junio, en su último contacto con su pueblo, Perón había dicho: "Yo sé que hay muchos que quieren desviarnos en una o en otra dirección, pero nosotros conocemos perfectamente nuestros objetivos y marcharemos directamente a ellos, sin influenciarnos ni por los que tiran desde la derecha ni por los que tiran desde la izquierda" estaba dejando un mensaje.
En su inmensa imágen caben las inmensas conquistas para el pueblo pobre, trabajador, sus "cabecitas negras"; y por otro lado, sus oscuras vinculaciones con personajes del nazismo o con algunos de los dictadores latinoamericanos, y el acompañamiento de "El Brujo" José López Rega, conductor de las patotas armadas de ultra derecha de la Triple AAA.
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