Una fecha especial del mes de octubre
El mes de octubre trae guardada una celebración muy importante, como es el Día de la Familia. Todos sabemos que la familia nació con el ser humano, pues el hombre no puede estar solo, sino que se rodea de quienes le dieron vida y lo ayudan a crecer.
Justamente es allí en la familia donde encontramos nuestro lugar sin tener que pedirlo, y es allí donde las buenas intensiones pueden realizarse. Pero también en este mes rendimos homenaje a un miembro fundamental de la familia: la madre. Ese incomparable ser que siempre todo lo puede, que siempre todo lo facilita, que tiende su mano; esa mujer que brinda todo su esfuerzo, sacrificio, ternura y comprensión a sus hijos. Esa misma mujer que sin dudas tiene algo de Dios por lo inmenso de su amor y entrega; esa que se satisface con la felicidad de los que ama y que transforma su corazón en la escuela de sus hijos.
La madre, esa persona que siendo tan fuerte, se quiebra ante el llanto de su hijo, y siendo tan débil tiene la fiereza de una leona para enfrentarse a todo. Esa mujer que llenándonos de mimos cambia en un instante nuestro llanto en sonrisa; ella, que nos entrega un poco de su alma en cada abrazo, la que siempre es piadosa y dulce, la que con las palabras más simples y verdaderas nos devuelve la calma.
Esa mujer que siendo joven, a veces tiene la reflexión de una anciana y, en la vejez, trabaja con el impulso de la juventud; una mujer que si es ignorante descubre los secretos de la vida con sabia exactitud, y si es instruida se acomoda a diario a la simplicidad de las cosas.
Este "Día de la Madre", como otros, nos recuerda que ella siempre está para todos y estará con cada uno de nosotros, porque sólo basta descubrir su sonrisa para guardarla entre los recuerdos más preciados del alma. Por todo esto y por mucho más, es que las madres reúnen en su obrar cotidiano los más valiosos principios que pueden guiar a un niño...a un hombre: vida, paz y amor.
¡Feliz Día para todas las mamás!
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