Por Ricardo Dawson
Sin dudas no es un título con gancho, ni tampoco estamos repasando matemáticas de tercer grado. Solamente queríamos graficar nuestra historia como revista dividida en 120 capítulos, que con esta edición redondea los 10 años de circulación, sin haber faltado ni un solo mes, a pesar de todos los vaivenes de nuestro bendito país.
Sin dudas a fuerza de empeño y dedicación, construimos una marca que tiene reconocimiento en el medio en que se desenvuelve y se palpa a través de la fidelidad de los miles de lectores que mes a mes recorren nuestras páginas para descubrir hechos que forman parte de la historia que se construye día a día y que nosotros nos encargamos de reflejar y recopilar.
Y este camino sin pausa de tantos años, nos ha llevado a capitalizar experiencias a la fuerza de agradecer halagos y reconocer apresuramientos. En este camino quedaron diferencias con la gente del club Sud América o con el presidente del San Martín, motivadas por cuestiones ajenas a nuestra voluntad y sumamos un montón de halagos. Hay quienes se sorprendieron al ver en la calle a la revista, reflejando un hecho ocurrido el día anterior o simplemente el más reciente, vertido por Ana María Callegaro, quien junto a Edgardo Borstelmann se encuentra restaurando los vitrales del pasaje Rodrigo. Ella nos dijo simplemente "la nota está hermosa. De todas las que nos hicieron es la más simple, la más clara y emotiva, muchas gracias", para que las mejillas del redactor se sonrojaran.
En lo económico, sorteamos la crisis del 2001 con entereza, modificando nuestra edición en el formato, cosa que mantuvimos hasta el presente, al igual que el número de ejemplares entregados, y pese a que la cosa no fue fácil.
Actualmente, estamos atravesando otra etapa de turbulencias. El costo del producto crece y crece mes a mes. Los aumentos son constantes amparados en el alza del precio del papel, la tinta y los otros insumos que se utilizan en el proceso de impresión, cosa que nos obliga a ser muy finos y cautos en nuestras decisiones..
Como ejemplo podemos destacar que para setiembre del 2007 cada revista que editábamos tenía un costo unitario de 41 centavos, sin contar el IVA, otros impuestos, flete y otras yerbas; en marzo de este año ya salían 51 centavos; 57 en julio y 58 en setiembre.
Para colmo de males, el respaldo que representa la publicidad oficial -en nuestro caso proveniente de la comuna- no nos fue entregada, pese a que en el mes de febrero se hicieron los pedidos pertinentes. Estamos a la espera de una nueva partida, pero dada la altura del año en que nos encontramos y con el cierre del ejercicio a corto plazo, pareciera ser que no podemos abrigar muchas esperanzas.
La publicidad oficial es todo un tema. Recordemos que los platenses escuchamos las denuncias de una radio FM muy popular contra la Municipalidad por favorecer a grandes empresas periodísticas con las pautas oficiales e incluso nombraban a funcionarios municipales vinculados con el directorio de esas empresas.
Pero el tema parece que no es solo local. El diario Clarín publicó que la Comisión de Libertad de Prensa de la Cámara de Diputados debatió el tema llegándose a la conclusión de la necesidad de generar un marco legal que "fije pautas claras y razonables" para evitar la arbitrariedad en la asignación y reclamaron "control parlamentario" del tema. "La pauta oficial no suele estar atada a parámetros objetivos como la audiencia o la pluralidad, sino al criterio del funcionario que la otorga", sostuvo Silvana Giudici (UCR Capital), titular de la comisión mencionada.
La legisladora, luego de hacer algunas consideraciones termina diciendo "la pauta oficial, para los medios más grandes puede ser un tema menor, pero para los chicos puede vincularse con la subsistencia".
Sin dudas no es un título con gancho, ni tampoco estamos repasando matemáticas de tercer grado. Solamente queríamos graficar nuestra historia como revista dividida en 120 capítulos, que con esta edición redondea los 10 años de circulación, sin haber faltado ni un solo mes, a pesar de todos los vaivenes de nuestro bendito país.
Sin dudas a fuerza de empeño y dedicación, construimos una marca que tiene reconocimiento en el medio en que se desenvuelve y se palpa a través de la fidelidad de los miles de lectores que mes a mes recorren nuestras páginas para descubrir hechos que forman parte de la historia que se construye día a día y que nosotros nos encargamos de reflejar y recopilar.
Y este camino sin pausa de tantos años, nos ha llevado a capitalizar experiencias a la fuerza de agradecer halagos y reconocer apresuramientos. En este camino quedaron diferencias con la gente del club Sud América o con el presidente del San Martín, motivadas por cuestiones ajenas a nuestra voluntad y sumamos un montón de halagos. Hay quienes se sorprendieron al ver en la calle a la revista, reflejando un hecho ocurrido el día anterior o simplemente el más reciente, vertido por Ana María Callegaro, quien junto a Edgardo Borstelmann se encuentra restaurando los vitrales del pasaje Rodrigo. Ella nos dijo simplemente "la nota está hermosa. De todas las que nos hicieron es la más simple, la más clara y emotiva, muchas gracias", para que las mejillas del redactor se sonrojaran.
En lo económico, sorteamos la crisis del 2001 con entereza, modificando nuestra edición en el formato, cosa que mantuvimos hasta el presente, al igual que el número de ejemplares entregados, y pese a que la cosa no fue fácil.
Actualmente, estamos atravesando otra etapa de turbulencias. El costo del producto crece y crece mes a mes. Los aumentos son constantes amparados en el alza del precio del papel, la tinta y los otros insumos que se utilizan en el proceso de impresión, cosa que nos obliga a ser muy finos y cautos en nuestras decisiones..
Como ejemplo podemos destacar que para setiembre del 2007 cada revista que editábamos tenía un costo unitario de 41 centavos, sin contar el IVA, otros impuestos, flete y otras yerbas; en marzo de este año ya salían 51 centavos; 57 en julio y 58 en setiembre.
Para colmo de males, el respaldo que representa la publicidad oficial -en nuestro caso proveniente de la comuna- no nos fue entregada, pese a que en el mes de febrero se hicieron los pedidos pertinentes. Estamos a la espera de una nueva partida, pero dada la altura del año en que nos encontramos y con el cierre del ejercicio a corto plazo, pareciera ser que no podemos abrigar muchas esperanzas.
La publicidad oficial es todo un tema. Recordemos que los platenses escuchamos las denuncias de una radio FM muy popular contra la Municipalidad por favorecer a grandes empresas periodísticas con las pautas oficiales e incluso nombraban a funcionarios municipales vinculados con el directorio de esas empresas.
Pero el tema parece que no es solo local. El diario Clarín publicó que la Comisión de Libertad de Prensa de la Cámara de Diputados debatió el tema llegándose a la conclusión de la necesidad de generar un marco legal que "fije pautas claras y razonables" para evitar la arbitrariedad en la asignación y reclamaron "control parlamentario" del tema. "La pauta oficial no suele estar atada a parámetros objetivos como la audiencia o la pluralidad, sino al criterio del funcionario que la otorga", sostuvo Silvana Giudici (UCR Capital), titular de la comisión mencionada.
La legisladora, luego de hacer algunas consideraciones termina diciendo "la pauta oficial, para los medios más grandes puede ser un tema menor, pero para los chicos puede vincularse con la subsistencia".
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