Revista Tiempo

Anegamientos e inseguridad, los temas que no se tomaron vacaciones Los repetidos hechos de inseguridad, la pérdida de vecinos a mano de delincuentes, fueron uno de los temas más candentes en este verano, que compartió preponderancia con el temor de que un nuevo temporal vuelva a tener los efectos desvastadores del ocurrido el 2 de abril de 2013. Cansados de los robos, vecinos de la zona de 10 y 532, colocaron un pasacalles para advertir a los delincuentes que «todas las casas fueron robadas». Durante varios días, los automovilistas que pasaban por la zona podían leer con asombro «Ojo, todas las casas ya fueron robadas. Gracias». Según explicó Pablo Pérez, vecino de Tolosa y referente social de la localidad, «estamos viviendo un momento complicado en la zona porque hay sólo dos patrulleros para recorrer y brindar seguridad a los vecinos». Graficó que «tuvimos una reunión con la Secretaría de Adicciones porque hay zonas desmadradas por la droga, el pibe que murió esta semana (Pablo Lorea) tenía 16 años y era del barrio El Mercadito; y mató a un vecino (Alfredo Coppari) que era un tipo bárbaro, todos tenían un buen concepto de él; por eso pedimos que el municipio y la provincia hagan algo». En una entradera, esta semana delincuentes se enfrentaron a tiros y mataron a Coppari, al mismo tiempo que apareció sin vida con un disparo en el pecho uno de los presuntos autores del hecho, Pablo Lorea; y un joven denunció haber sido baleado en la pierna para robarle la billletera. «Estamos preocupados por la falta de efectivos», explicó Pérez quien constató un incremento delictivo en Tolosa durante el mes de enero y recordó tristemente el «récord» de haber cambiado a siete comisarios en los últimos dos años. Mientras tanto, en cuanto a los anegamientos las situaciones de zozobra de repiten cada vez con mayor asiduidad. Las tormentas son cada vez más violentas y recurrentes. Las calles de los barrios se desbordan, mientras existe una controversia en cuanto al avance de las obras hidráulicas. Mientras oficialmente se asegura que están realizadas en un 40 por ciento, referentes barriales señalan que el avance de obra apenas llega al 25%. Durante enero y lo que va de febrero, el agua de lluvia superó el nivel de los cordones y por lo menos 4 oportunidades, generando el lógico temor en los vecinos que ya sufrieron en carne propia los efectos dañinos del avance de las aguas.