Una pequeña gran historia
Alumnos de octavo, recopilaron la historia del Colegio y la cuentan para nosotros
Con motivo de celebrarse las Bodas de Oro del Colegio Santa Lucía la Escuela , un grupo de alumnos de 8vo. año del turno mañana, bajo la supervisión de la profesora Isabel Zorzit y la colaboración de la profesora M.Eugenia Soliz, realizaron una recopilación de datos, testimonios, fotografías y entrevistas a diferentes personas que a lo largo de estos 50 años han pasado y colaborado, de una u otra manera, con la escuela.
El trabajo comienza rastreando los pasos de Lucía que nació en Siracusa, Italia, en el 281 de nuestra era. Siracusa era una importante ciudad griega que fue tomada por los romanos en el 212. Lucía pertenecía a una familia que provenía de la nobleza terrateniente. Los cristianos del lugar peregrinaban todos los años a la ciudad de Catania, para venerar los restos de Santa Águeda, que había muerto en el 251, durante la persecución de Dedo.
Águeda era muy conocida por los numerosos milagros que había operado. El 5 de febrero de 301, fiesta de la santa, Lucía peregrinó hasta Catania junto a su madre para rogar por la curación de esta, que sufría de hemorragias desde hacia cuarenta años.
En el templo, Lucía se durmió y en sueños se le apareció Águeda diciéndole: "Lucía, ¿por qué me pides lo que tú misma puedes conceder? Tu fe ha alcanzado gracia y tu madre está curada. Al despertarse, Lucía le contó a su madre el sueño y Eutiquia descubrió que estaba completamente curada.
Pero su decisión de consagrar la vida a Dios hizo que corriera la misma suerte de los cristinos perseguidos en esa época y por decisión del gobernador Pascasio fue decapitada el 13 de diciembre de 304. Desde antiguo se la considera la protectora de la vista por los prodigios que se le atribuyen.
El informe señala más adelante que "El Colegio Santa Lucía inició sus actividades como Curso Preparatorio Santa Lucía, para niños de 2 a 5 años, el 15 de marzo de 1958, en un departamento que cedió la familia Peri en 522 entre 5 y 6. El sacerdote a cargo era el Presbítero Enrique Lódola y la directora a cargo de la sala la Srta. Martha S. Mateo.
El mobiliario (mesas y sillitas) fue donado por el Círculo Cultural y de Solidaridad Cristiana Santa Lucía, integrado por personas del barrio que trabajaban para brindar mejoras a la comunidad.
Los padres de los niños estaban siempre atentos, para brindar apoyo a las necesidades de este emprendimiento.
Durante el año 1958, comenzaron los trámites ante organismos oficiales para lograr la autorización y luego el reconocimiento del Colegio, que ofrecía a los niños el ingreso a primer grado inferior en el año 1959.
Cumplidos los requisitos necesarios se organizó la sección con 27 alumnos, para el turno tarde y pasó a funcionar en el Salón Parroquial, que compartía con las misas dominicales. También había dos secciones del curso preparatorio en el turno mañana.
A mediados del año 1959, el Salón no cumplía con los requisitos edilicios para el funcionamiento y se trasladó a la casa de la familia García en 5 e/523 y 524. Durante el mes de octubre del mismo año, se reinstaló en el Salón Parroquial.
En 1960 se creó primer grado superior, utilizando separadores, para compartir el salón. Los días viernes había que desarmar "las aulas" y acondicionar el Salón, para la misa dominical y los lunes reorganizar todo para el desarrollo de las clases. La colaboración de los padres y maestras fue siempre incondicional.
A través de una Comisión de Padres, se logró la construcción de las primeras aulas, ya que la matricula crecía y en el año 1961, se completó hasta sexto grado (tercero a sexto, funcionaba como sección única).
El barrio colaboraba en todas las actividades que programaba el Colegio, y el Club Villa Rivera, permitía el uso de sus instalaciones, para hacer festivales o los actos de fin de curso. En el año 1965, egresaron los primeros alumnos fundadores del Colegio".
El trabajo de los alumnos ofrece el testimonio de la Vicedirectora Nelly Chirico quien cuenta que sus pasos desde que ingresó a cargo de la guardería infantil en 1960, su paso como maestra de segundo grado y su desempeño como vicedirectora hasta 1985.
Pero lo más meduloso es la historia volcada por María Rosa Parodi de Peri, quien señala "hace 50 años, y un poco más... llegamos a este querido barrio siendo un matrimonio muy joven y con tres hijitos: María Inés (ya en Casa de Dios Padre), Jorge, Graciela y muy pronto llegarían Cecilia y Leticia.
Desde novios, Gianni (Juan María Peri) y yo, compartíamos la inquietud de luchar por tener libertad de educar en Argentina, pues en esa época estaba la lucha por la enseñanza "libre" o "laica" y ya con hijos era mayor el compromiso pensando en su educación e instrucción.
Asistíamos activamente en manifestaciones en Buenos Aires y La Plata pidiendo al Congreso Nacional, la libertad de enseñanza. Estábamos muy preocupados...
Mientras esto se discutía no nos quedamos quietos: en nuestra humilde casa (pero con mucho fondo, con juegos de nuestros hijos) comenzamos a sembrar la semilla, ¿CÓMO? Reuniendo a los chicos del barrio invitándolos a nuestra casa (522 e/ 5 y 6) a jugar y aprender algunas manualidades y al mismo tiempo dándoles algunas nociones de Catecismo. Los domingos acudíamos con algunos chicos a Misa en Nuestra Señora del Carmen.
Tratábamos de organizar entretenimientos, uno de los cuales consistía en proyectar películas "en la calle" asistiendo vecinos con sus familias, trayendo sus sillitas y abrigos. El Padre Lázaro Parodi, después de terminar la función en su parroquia traía en su moto un proyector "Súper 8" y... función al aire libre y "frío"; todos la pasábamos muy bien.
Al aumentar el número de niños concurrentes pedimos ayuda a las Hermanas de María Auxiliadora quienes accediendo, designaron a la recordada Hermana Esperanza.
Cuando fue aprobada la ley de enseñanza libre..., entonces: "manos a la obra"... Gianni acudió al Arzobispo Mons. Antonio Plaza presentándole la inquietud de crear un Jardín de Infantes en nuestro barrio a lo que prestó su autorización y beneplácito agregando: "cuentas con mi apoyo, pero deberás preocuparte de las tramitaciones y elementos necesarios para su logro" Gianni acudió al Padre Mariano de Oleza, párroco de San Cayetano y a la señora de Berrenechea solicitando asesoramiento.
Teníamos en ese entonces un departamento cuya venta suspendimos, para que allí comenzara el Jardín. Gianni construyó las sillitas y mesitas tomando como modelos las en uso en el Colegio Eucarístico. Ahora, faltaba la Maestra... Conocíamos a la Srta. Martha Matheo, una jovencita que cursaba su último año del magisterio; le propusimos se hiciera cargo del Jardín proyectado, responsabilidad que aceptó, y con entusiasmo y amor se dedicó a tiempo pleno a cumplir esa misión.
Esto es apenas algo de la pequeña historia. Muchos vecinos recordarán los inicios y la gran colaboración que muchísimos de ellos (hoy papás y abuelos) realizaron. Todos unidos, formando una linda comunidad construimos el gran salón capilla (multiuso) que luego Mons. Plaza, bendijo e inauguró el 13 de diciembre de 1958. El Pbro. Nelson Almeida fue designado el primer párroco.
El trabajo sigue con palabras muy emotivas de la actual directora Margarita Gurrero; al Padre Almeida, a la docente Marta Fúriga y Al ex alumno Ferretti.
Participaron en la realización de este trabajo Jessica Alfonso; Federico Andrés; Karen Segura; Tamara Terán; Martina Tulián; Santiago Ferreti; Florencia Carbonari; María Emilia Salgueiro; Evelin Arbizu; Jonathan Cocco; María Eugenia Gauna; Lucas Laurencena; Camila Gimenez Acuña; Gonzalo Llonín; Aldana Haile; Santiago Llonín; Sofía Marquina; Lautaro Paz; Juana Menechella; Lucas Pereyra; Yamila Moccia; Joaquín Peri; Camila Oliva; Mauro Pizzatti; Lucía Ortega; Cristian Regueiro; Florencia Rosas; Nicolás Silva; Camila Russo y Facundo Yaconis.
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