Festejos paroquiales

Se celebraron las fiestas patronales en Ntra Sra del Carmen
Con una masiva presencia de fieles, se realizó la tradicional procesión por las calles del barrio más tradicional de Tolosa, poniéndose el broche final a las fiestas patronales de Nuestra Señora del Carmen.
Pese a que el día de la Virgen del Monte Carmelo se recuerda el día 16 de julio, en esta oportunidad la celebración se difirió para el domingo 20, en el horario tradicional de las 15. A esa hora, en medio de un repicar de campanas, la imagen de la patrona de Tolosa salió del templo, llevada en andas por cuatro hombres, para iniciar el recorrido por 530 hasta 119, de allí a 531 y el regreso al punto de partida.
Detrás de Monseñor Patricio Trevisán Lucich, los abanderados de la escuela y decenas de alumnos con el tradicional uniforme marrón y gris, precedían a la Virgen. Atrás, los fieles implorantes, conformaron la procesión que recorrió el circuito adornado con globos, cintas y diferentes consignas.
Cada tanto, los peregrinos se detenían para orar por alguna intención o para que el Padre Patricio impartiera la bendición a los fieles que esperaban el paso de la procesión.
Por la mañana se celebró la misa de primera comunión de los alumnos del colegio También, como parte de los festejos, se hizo la bendición de los escapularios y estaba previsto para el domingo 27 de julio un almuerzo de camaradería.
Los festejos del Día de la Virgen del Carmen
La Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte Carmelo, es uno de los títulos con mayor devoción en Argentina: existen más de 200 parroquias dedicadas a Nuestra Señora del Carmen, sin contar los oratorios y capillas.
El nombre proviene del Monte Carmelo o "Viña de Dios", que está en Tierra Santa. Muchos la conocen también como la Stella Maris (Estrella del Mar) por ser también la patrona de los marineros y pescadores.
El Día de Nuestra Señora del Carmen fue instituido en 1726 y conmemora, de acuerdo a las tradiciones carmelitas, la aparición de la Virgen un 16 julio de 1521. Allí, María prometió una bendición especial para todos los que llevaran su escapulario, que representa un gesto materializado de la protección maternal de la Virgen para con sus hijos.
Devoción en Tolosa
La devoción por la Virgen del Carmen en Tolosa se extendió gracias a la obra del sacerdote italiano José Antonio Santolín, quien llegó a nuestro país a los 17 años e ingresó como seminarista. En 1941 fue nombrado para trabajar en el Seminario La Plata en y nueve años después, fue cura párroco en el Carmen. Allí Santolín comenzó la edificación de un colegio con el apoyo de la comunidad, y dejó inaugurado el jardín y el primario.
El significado del escapulario para los católicos
Durante la mañana de ayer en la Parroquia del Carmen se realizó la imposición de los escapularios, uno de los principales símbolos de la virgen María. La tradición cristiana es muy rica en signos y simbolismos. Para los católicos, la Virgen deja tres objetos fundamentales para la simbología de esta religión: el rosario, la medalla milagrosa y el escapulario, vinculados durante siglos a la devoción a esta santa.
El Escapulario era originalmente un delantal que los frailes vestían sobre el hábito religioso durante el trabajo manual. Pero la tradición, que se remonta a finales del siglo XIV e inicio del XV, dice que la Virgen se habría aparecido a San Simón Stock, llevando el escapulario en la mano y diciéndole: "Quien muera con este signo estará salvo".
Hoy, esta insignia concretiza entonces para los católicos "la maternidad espiritual de María que nos protege en la vida, nos salva en la muerte e intercede después de la muerte".
El arzobispo Aguer, en la misa de cierre de las fiestas patronales, destacó al escapulario como signo de amor maternal y lo definió como una señal de la predilección de María por su hijo.