Jonatan Nahuel Kühle

Un mundo de estampillas
Todo coleccionista encierra en si dedicación y paciencia y hablar de un filatelista, supone hacerlo de una persona de edad avanzada. Sin embargo Jonatan Nahuel Kühle, con sus jóvenes 22 años, abrazó con dedicación esta actividad, que lo atrapa desde hace 8 años.
Jonatan se vio tentado cuando sus abuelos le regalaron una caja del Correo Argentino que en su portada poseía cuatro estampillas con motivos de aves. Ese fue el disparador de una colección que hoy cuenta con más de 2 mil piezas y que piensa seguir incrementando. Durante la nota Jonatán agradeció a Jorge Canelo un médico que se dedica a coleccionar sellos, Pablo Romay, que lo apoyaron en sus inicios.
Nacido en Ringuelet, estudio en el Colegio Sagrado Corazón y luego siguió la carrera de Antropología, aunque ahora reconoce que la tiene un tanto descuidada porque también ingresó al Conservatorio Gilardo Gilardi, para alimentar otra de sus pasiones, la música. El instrumento elegido para relacionarse con ellas es el saxofón.
¿Qué es la filatelia?
La filatelia es una ciencia que se encarga del estudio de los sellos postales. Se inició en Inglaterra, entre el personal del correo y luego se fue expandiendo en el mundo. Hoy es una actividad muy difundida y existen importantes colecciones y piezas muy valiosas por su antigüedad y originalidad.
¿Y vos como empezaste?
Después de recibir el regalo de mis abuelos, empecé a interiorizarme en el tema. Como te dije, fui al Colegio Sagrado Corazón y muy cerca de allí funciona SOFINUPLA, que es una entidad que nuclea a coleccionistas platenses de distinto tipo. Hay quienes coleccionan monedas, postales, botones, relojes, etc. Allí me contacté con distintos filatelistas que me asesoraron y tuve la suerte que me regalaron un montón de estampillas, que contribuyeron a despertar aun más mi interés.
¿Tenés algún tema en especial?
Me gusta la heráldica, los escudos, pero colecciono todos los temas que me despierten curiosidad. El mundo de las estampillas es muy amplio y lo importante es tener organización. Los álbunes los podes organizar por países, por temas, pero es algo que lleva mucho tiempo y paciencia. Simplemente te tiene que gustar. Tengo estampillas de Argentina, Colombia, Bolivia, Finlandia, Venezuela, Canadá, Chile, España. Son todas estampillas emitidas y que circularon oficialmente.
¿Cuál es la pieza más antigua que tenés?
La estampilla más antigua fue emitida en la provincia de Entre Ríos, en la época de la Confederación y tiene la particularidad de que los bordes eran lisos y no punteados como son las estampillas que conocemos habitualmente.
¿Suponemos que es un hobbie bastante caro?
Es bastante caro sobre todo si querés tener piezas raras. Y cuando digo raras me refiero a poco difundidas, muy antiguas o de países exóticos. Conseguir piezas nuevas siempre requiere un gasto. También tenes la opción del intercambio con otros coleccionistas, pero para eso tenés que tener un excedente. De esta manera conseguís nuevas piezas, pero si querés aumentar el valor de la colección tenes que invertir dinero. También podes entrar en una subasta o sino, la más sencilla, cada conocido que viaja, le pedís que me traiga estampillas.
¿Consideras valiosa a tu colección?
En lo afectivo si, porque es algo que me apasiona. En lo material no podría decir que valor tiene la colección. Tengo las estampillas clasificadas por temas, fauna, escudos, próceres y un catálogo con el excedente o de los temas que no me gustan. Debo tener unas 2 mil estampillas. Me gustaría tener piezas raras y antiguas.
¿Tenés contacto con otros filatelistas?
Si, me conecto por Internet con otros coleccionistas y también a través de SUFINUPLA, que el 21 de noviembre va a organizar una muestra en 8 y 57, abierta para todo público y de la cual voy a participar como expositor. Pero además, me gustaría conectarme con otros coleccionistas de Tolosa y Ringuelet para intercambiar ideas y material.