El aniversario de Ringuelet fue una “maratón” de acontecimientos y allí estuvimos para cubrirlo. No arrugamos al trabajo, pero si podemos decir que el frío fue un obstáculo duro de sortear. Pero esta profesión es nuestra pasión y estuvimos en todos lados, firmes y al pie del cañón, como suele decirse habitualmente.
Claro, hay otra forma de tener la información de los actos oficiales de la celebración y es el camino que eligió un suplemento regional. Seguramente, mientras nosotros cubríamos la inauguración de un mural o de una plaza con cielo nublado y manos congeladas, ellos estaban en la redacción, calefaccionados y tomando café. Claro que, eso después se nota entre un producto y otro. El lector lo sabe.
Pero hay otra cuestión. El material que publican, le fue cedido. Sabemos y conocemos al autor de las fotos, porque en muchos casos fue la única persona, además de nosotros, que tomaba imágenes que no eran de tono particular. Lo que nos llama la atención es que esa persona, de la misma manera que ofreció su trabajo a un medio, no haya actuado de la misma manera con los demás. Por lo menos a nuestros mails no llegó nada.
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