domingo, 8 de junio de 2014

-Epa, Ramón, que te pasa que andas con esa cara de amargado. -Y no es para menos, Polilla. Vengo del Banco. Fui a cobrar la “limosnita” que nos tiran después de haber doblado el lomo junto a los rieles durante 35 años. ¡Mirá…mirá! Parece un montón de plata, pero son papelitos de colores y encima todos mal impresos. Cuando vas al almacén. El Barba te los mira hasta con lupa, para que no le metan el “perro”. -Bueno, bueno. No te calentés. Hasta que no saquen los billetes de 200 y de 500, esto no va a tener remedio. -¡No,…no,…Polilla. No me hablés de remedios! Ayer me fui a los consultorios de Tolosa, porque ando con unos dolorcitos en la espalda y el doctor Conde me recetó unas pastillitas. -Y bueno. ¡Ya se te va a pasar! -Si, Polilla. Pero sigo sumando remedios. El colesterol, la tiroides, la próstata, la hipertensión. Cuando voy al PAMI a renovar la cobertura del 100 x 100, ya no me creen. Piensan que ando vendiendo remedios por el barrio para ganarme unos pesos. No se cuando Cristina se va a acordar de nosotros. -¡Ni me hablés de Cristina, Ramón!. La mina me defraudó totalmente. Yo le aposté todas las fichas a ella. Le tenía una fe ciega, pero al final resultó igual que todos. Se va a ir en el 2015 e hizo de todo, cosas buenas y cosas malas, pero no logró que el Lobo sea campeón. -Ah, bueno Polilla. ¡No es para tanto!. -Claro que no es para tanto. Total ustedes, los de la banda, están peleando con sus primos si tienen 35 o 36 estrellas, en cambio nosotros apenas computamos la del 29 cuando el fulbo no era profesional y la Copa Centenario del 93, que no era un torneo oficial. -Bueno, pero ya les va a llegar la hora…! -Qué hora ni ocho cuartos...! Si con 20 equipos era difícil, ahora con 30 no te digo que va a ser imposible pero por ahí le anda. El Papa Francisco apenas asumió, San Lorenzo campeón. En cambio esta, hace un montón de años que está y nada. Así que mejor, cambiemos de tema. -¡Ta bien Polilla!. Te cuento. Vistes que en Ringuelet habían instalado una máquina tipo cajero automático, en donde vos depositabas unas monedas y te expendía agua purificada. -Si, si, me acuerdo, Ramón. Lo leí en la Revista Tiempo. -Bueno, ya no está más. -¿Y que pasó Ramón? -Parece que el agua de red, de donde se abastecía el aparato es muy pesada y entonces los filtros se tapaban continuamente y había que hacerle un mantenimiento permanente. -¡Uy, que bárbaro! -Sí Polilla, pero lo que habría que ver es que clase de agua es la que viene por la red, porque a la máquina se le pueden cambiar los filtros, pero nuestros riñones no tienen repuestos, como todos los electrodomésticos chinos que te venden. -Hablando de Ringuelet, ¿volvieron los festejos del cumpleaños? -Y si hermano. Si todas las localidades tienen su fiesta, no puede ser que porque el que te dije tenga la cola entre las patas por el tema de las inundaciones, aca nos arreglen con un saludito protocolar. -Todo bien Ramón, pero menos mal que volvió la elección de la reina. -Si, las pibas se lucieron en el escenario en dos pasadas, una con ropa de calle y otra con ropa de noche. Al delegado de Ringuelet, Juan Atanasof, que estaba en el jurado, se le iban los ojos ante tanta belleza. -No es para tanto Ramón...! -Tenés razón, pero la nota la dió otro de los jurados. La modelo Andrea Estevez estaba con un vestido verde espectacular, pero una brisa traviesa, se lo levantó hasta la cintura. Se le vió hasta el alma... -Muy interesante amigo, pero ya se me está haciendo tarde, cosa que es costumbre en mi. La seguimos otro día. La reina de mi casa se merece que le lleve unos huesos, porque sino, hoy me come las alpargatas.. ..

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