viernes, 25 de abril de 2014

A un año de la tragedia que marcó a Tolosa para siempre

Se cumple un año de la mayor tragedia que se recuerde en la ciudad de La Plata y que afectó en gran parte a la localidad de Tolosa. Y a un año de este luctuoso acontecimiento, distintas Asambleas barriales continúan reclamando por el esclarecimiento de los hechos y la búsqueda de responsables, a lo largo de marchas, que se han repetido mes a mes y que alcanzaron su mayor dimensión en este nuevo aniversario. La Asamblea de Inundados de Tolosa, con el patrocinio de la doctora Ailín Alvarez va por el juicio penal, en tanto en la parroquia Santa Lucía se ofició misa por el eterno descanso de las víctimas de la inundación y por las personas afectadas que aún hoy siguen padeciendo las consecuencias de lo acontecido. En tanto, en 7 y 32 se inauguró un nuevo mural, en homenaje a los vecinos solidarios. Los quejosos, no solo tienen como norte, los puntos anotados anteriormente, sino también reclaman por el reparto discresional de los subsidios para los damnificados y por la realización de las obras necesarias para que este tipo de siniestros vuelvan a repetirse. Los muertos son 89 Mientras el juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata, Luis Arias, confirmó que, por el temporal del 2 y 3 de abril de 2013, murieron 89 personas y no 67, como se había informado oficialmente y obligó al Estado provincial a publicar la nómina, desde distintos estamentos gubernamentales se activa la realización de obras de infraestructura para tratar de calmar el fervor y el temor popular, aunque desde algunos sectores se esté reclamando audiencias públicas para debatir el grado de efectividad de las mismas ante situaciones similares a las registradas hace un año atrás. Recordemos que la Provincia decidió poner manos a la obra sobre la cuenca del Arroyo del Gato, que recibe el 70 por ciento del agua que cae en la ciudad y en un plan que tendrá seis etapas y demandará casi 2 años de obra, inició los trabajos de ensanche del curso de agua. Los trabajos que demandarán una inversión cercana a los 2 mil millones de pesos, implican una reformulación profunda de las principales vías de drenaje de toda la Región. Para entender lo que se pretende hacer es importante tener presente cómo se escurre hasta hoy el agua que cae sobre el casco urbano y qué pasó en términos hidráulicos la noche del 2 de abril. Cerca del 70 por ciento del casco urbano de La Plata vuelca sus aguas en el arroyo El Gato, que a su vez lleva los excedentes pluviales a lo largo de 13 kilómetros hasta Río Santiago El hecho de que el arroyo El Gato tenga un papel tan importante en el proceso de escurrimiento del casco urbano se debe a que otros dos cauces vuelcan sus aguas en él: el arroyo Regimiento y el Arroyo Pérez. Hoy absorbidos por el sistema de desagües subterráneos, estos dos arroyos atravesaban antiguamente el cuadrilátero del casco urbano al fundarse la Ciudad. Según surge del informe presentado por la Facultad de Ingeniería de la UNLP, los cerca de 390 milímetros de lluvias que cayeron sobre La Plata entre el 2 y el 3 de abril del año pasado, y en particular el hecho de que el 90% de ellos se concentraran en el término de seis horas (desde las 17 a las 23), superó toda previsión. “Los conductos del Regimiento y el Pérez no estaban preparados para resistir algo así”, aseguran también en la Dirección Provincial de Saneamiento y Obras Hidráulicas. Fue así que “ya en las primeras horas de lluvia intensa se llenaron esos conductos, y al no tener más capacidad de captación, el agua desbordó por los sumideros ganando los espacios topográficamente más bajos”, explican. En otras palabras, la tormenta del 2 de abril hizo que los arroyos Regimiento y Pérez, sepultados por la ciudad durante décadas, se abrieran paso hacia la superficie y ocuparan lo que antiguamente era su valle de inundación. Pero además se advierte que el hecho de que uno de los barrios más afectados fuera Tolosa no fue fortuito: en esa zona confluyen precisamente los valles de ambos cauces de agua antes de unirse con El Gato. Es en función de este análisis que el Ministerio de Infraestructura bonaerense proyectó el conjunto de obras que comenzaron a ejecutarse días atrás. Con ellas se pretende en principio interceptar los arroyos Regimiento y Pérez antes de que alcancen el casco urbano y desviarlos a través de derivadores hacia el arroyo El Gato, el que a su vez va a ser ensanchado en gran parte de su curso. “El objetivo de esta primera obra estructural, que consiste en la canalización de El Gato, es aumentar la capacidad del arroyo para captar y transportar los excedentes pluviales de una extensa zona de La Plata que se encuentra abarcada por su cuenca”, explican desde la dirección de Saneamiento y Obras Hidráulicas. “Los trabajos, que abarcan un tramo del arroyo de 13,5 kilómetros desde la calle 143 hasta el Río Santiago, apuntan a ensancharlo casi al doble de la medida que tiene actualmente y revestirlo, en gran parte de su recorrido, con bloques de hormigón para que el agua escurra por él a mayor velocidad”, detallan. Las dimensiones del ensanchamiento, que surgen de diversos modelos hidrológicos diseñados para crecidas extraordinarias, irán aumentando a medida que el arroyo se acerca a su desembocadura. Así, mientras que en el primer tramo (que va desde la avenida 143 a la avenida 131) el arroyo canalizado tendrá una base de fondo de 15 metros de ancho; en el segundo (de 131 a avenida 25) tendrá 20 metros; en el tercero (de 25 a camino Centenario) tendrá 30; en el cuarto (del Centenario a las vías del Ferrocarril Roca) tendrá 40 metros; y en el último (hasta Río Santiago, partido de Ensenada) tendrá 60 metros. De las once etapas de obra en que fue dividida la Canalización del Arroyo El Gato, seis de ellas se encuentran ya en ejecución y las demás han sido licitadas según informaron desde el Ministerio de Infraestructura de la Provincia. Erradicación de viviendas La canalización de El Gato comprende también un tramo del arroyo, a la vera del cual existe hoy un importante asentamiento poblacional. Según lo proyectado en esa zona, que se extiende entre la calle 12 y las vías del Ferrocarril Roca, el arroyo se ensanchará a 40 metros, unos veinte metros más de lo que tiene en la actualidad. Para ello “va a ser necesario reubicar a algunas familias, a las que está previsto construirle viviendas en otro lugar. Va a ser difícil pero hay que hacerlo y es una decisión que ya se tomó”, explican desde la dirección provincial.

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